Durante siglo y medio, la vocación de nuestra Fundación de responder a las necesidades educativas de los sectores más vulnerables, ha continuado gracias al empuje, el compromiso y la labor de importantes personas.

El primer presidente de la Fundación, llamada entonces Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino (SECST), fue don Rafael Fernández Concha. En el directorio que presidió estuvo don Abdón Cifuentes Espinosa (1836-1928), un destacado intelectual, político y miembro del gobierno del presidente Federico Errázuriz Echaurren. Abdón Cifuentes fue además impulsor de la creación de la Universidad Católica de Chile.

Destaca también la figura de Miguel Rafael Prado. Su gestión de más de 30 años se caracterizó por la energía que impregnó su trabajo, consiguiendo los necesarios recursos para atender a los niños y niñas de las escuelas que la Sociedad administraba.

Siguiendo la línea de tiempo nos encontramos con el trabajo de monseñor Ernesto Palacios Varas, cuya gestión abarcaría entre 1905 y 1945, en que logró mejorar las condiciones laborales y de remuneración de los trabajadores.

En el ámbito laical queda en la memoria la presencia de don José Domingo Cañas (1835-1913), filántropo, que se dedicó a difundir y fortalecer la formación cristiana de niños, jóvenes, obreros y campesinos. Fue un gran benefactor de la SECST, siendo vicepresidente por 34 años.

Desde 1945 asumió la presidencia monseñor Luis Arturo Pérez, gestión que duró hasta 1960. Con él se estableció la política de entregar colegios a la administración de congregaciones religiosas, de modo de asegurar una buena formación académica y religiosa. Asimismo, la administración de monseñor Pérez se destacó por una gran actividad en favor de la educación popular y la construcción de la Escuela N°68, establecimiento que hoy conocemos con el propio nombre de quien fuera su creador, Liceo Bicentenario Monseñor Luis Arturo Pérez.

Antes de ser nombrado obispo y siendo el más joven que en Chile asumiera dicha labor pastoral (con 32 años), monseñor Ramón Munita Eyzaguirre se vinculó a la SECST creando la Parroquia Santo Tomás de Aquino junto a uno de los liceos más antiguos de nuestra Fundación, la entonces Escuela Miguel Rafael Prado.

En julio de 1973, el entonces Cardenal Raúl Silva Henríquez, nombró a quien sería el primer presidente laico de la fundación, Óscar Herrera Palacios, abogado, profesor y ex ministro de Educación del gobierno de Carlos Ibáñez del Campo.

Le seguiría en la presidencia el sacerdote Guido Tento Boccalatte. Bajo su administración se integran a la SECST el Liceo San Francisco, administrado hasta entonces por los Religiosos Franciscanos. Y también el Liceo Politécnico Sara Blinder.

Finalmente, en esta línea de tiempo, destaca la figura de monseñor Eladio Vicuña, cuya presencia dejaría una profunda huella en el ámbito educacional. En su mandato, se levantaron capillas en los distintos colegios de la Fundación, se modernizó infraestructura, se aplicó el exitoso programa del Ministerio de Educación, Montegrande, en el entonces Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez.

Bajo la administración de monseñor Vicuña y en paralelo se realizó el IX Sínodo Arquidiocesano de Santiago, cuyas conclusiones calaron profundo en las comunidades educativas católicas. Así, monseñor Vicuña desde este contexto, tuvo una mirada que le permitió vislumbrar los desafíos que enfrentaría la evangelización en contextos educacionales a comienzos del siglo XXI.

Fuente: Comunicaciones Red Educacional Santo Tomás de Aquino