“Mi mayor aprendizaje es descubrir que en este camino de la vida existen espacios de oportunidades que  permiten re-vincular la esencia como sujeto con el relato de fe, este curso me lo ha permitido, potenciando mi deseo de seguir adelante en la escuela católica, transitando por esta vida siendo testigo de la existencia de Dios, promoviendo el Evangelio, siendo buena persona, actuando desde el bien y disponiendo mis habilidades al "servicio" del desarrollo integral de los otros (familia, estudiantes, apoderados, colegas)”, así resumió lo aprendido uno de los participantes del curso “El educador, en la Escuela Católica”.

Este curso se realizó, de manera online, los miércoles en la mañana, del 27 de mayo al 15 de julio. Las dos primeras sesiones fueron de autocuidado, a cargo de Anita Leigton; y  las siguientes, fueron conducidas por Marcelo Neira,  quien expuso sobre temáticas como:  “Identidad y perfil profesional del educador en la escuela católica”, “La Pedagogía de Jesús”, “El carisma tomasino como clave de gestión educativa”, “Qué significa acompañar y liderar en el colegio un proceso de formación”, “Situación cultural contemporánea de la educación escolar (crisis de la escuela; secularización”; “Reformas educativas de Chile; pandemia y crisis sanitaria”.  

Los 45 participantes valoraron el curso y destacaron lo enriquecedor de las temáticas ofrecidas. Estas fueron algunas de las expresiones manifestadas al evaluar lo aprendido:  

“Todas las acciones realizadas con amor no solo llevan al éxito; sino que también logran alimentar el alma”.

“Reafirmar mi amor a Dios, mi compromiso fuerte con los demás, especialmente con los más pequeños y necesitados”.

“Disfruto cada momento con mi trabajo, mantengo mi compromiso inicial con éste  y mi fe a pesar de las dificultades”.

“La necesidad de resignificar a “la persona”, poseedoras de una experiencia vital,  espiritual propia y particular”.

“Buscar e implementar estrategias para innovar y entregar la fe con empatía, la acogida, la escucha activa y sobre todo enseñar con el ejemplo”.

“La asignatura siempre fue una excusa para formar y educar integralmente y con equidad, entendiendo la educación como un acto de amor". 

“Encontrarme conmigo misma y reconocer que estoy al servicio de lo que Dios ponga en mi camino… comprender la pedagogía como un estilo de relación”.

“Formar en base a la sinceridad y humildad, el aprender a escuchar e identificar el momento perfecto para interactuar y generar lazos”.

“Conectarme con lo que soy en el presente… nunca he dejado de creer”.

“El enorme valor que tiene el significado de la persona desde la  Pedagogía de Jesús”.

Fuente: Comunicaciones Red Educacional Santo Tomás de Aquino