Después de la oración del Ángelus, el domingo 15 de marzo, el Santo Padre llamó a orar por los enfermos y por quienes los cuidan."Unidos a Cristo nunca estamos solos, sino que formamos un solo Cuerpo, del cual Él es la Cabeza”, dijo.
Después de rezar el Ángelus, el Papa Francisco evidenció uno de los muchos cambios que se viven en Roma: “La Plaza de San Pedro está cerrada”. Las calles lucen vacías y apenas se escucha el ruido de los vehículos. En este ambiente, resuenan las palabras de Francisco: “En esta situación de epidemia, en la que nos encontramos viviendo más o menos aislados, estamos invitados a redescubrir y profundizar el valor de la comunión que une a todos los miembros de la Iglesia. Unidos a Cristo nunca estamos solos, sino que formamos un solo Cuerpo, del cual Él es la Cabeza”. El Papa subraya que la comunión se alimenta de la oración y con la eucaristía.
Nuevamente, Francisco agradeció a los que trabajan en los servicios esenciales: “Renuevo mi cercanía a todos los enfermos y a los que los cuidan. Así como los numerosos trabajadores y voluntarios que ayudan a las personas que no pueden salir de su casa, y los que satisfacen las necesidades de los más pobres y los sin techo”.
Fuente: VIS