A temprana hora del martes 15 de enero, -el mismo día que debían matricularse en las carreras en que fueron seleccionados-, los jóvenes Valentina Rojas Rival, Liceo José Domingo Cañas; Felipe Ferrada Pacheco, Colegio San Alberto Hurtado;  Jhoel General  Soto, Liceo San Francisco; y Diego Ávila Gómez, del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez;  se reunieron en la administración central de la Fundación Educacional Santo Tomás de Aquino, con la Directora Ejecutiva de la institución, profesora Sandra Urrutia Bravo, para compartir las experiencias vividas luego de saberse los resultados de la PSU 2018.Además decompartir sus inquietudes, sueños y esperanzas..

A la cita también estaban invitados Nahyomi López Labra, Liceo Sara Blinder; Benjamín Iturbe Nogues, Colegio Santa Marta, y Daniel Ramirez, del Liceo Miguel Rafael Prado; quienes por diversas razones no pudieron asistir.

Participaron del encuentro los directores del Área Académica, profesora Ximena Cerda, y del Área de Comunicaciones, Ramón Abarca.

Emoción y alegría

 “Estaba muy emocionada y contenta con el puntaje obtenido”, señala Valentina, quien estudiará  Ingeniería civil en la Universidad de Chile.  Indica que se preparó en el preuniversitario de su colegio. “El Liceo José Domingo Cañas fue un gran soporte, siempre ha habido una gran preocupación por los estudiantes;  uno podía estudiar con mucha facilidad en la sala de computación, en la biblioteca, y se cuenta con mucha ayuda de los profesores y de todo el personal en general. Valoro el apoyo emocional  y sicológico que nos dieron porque son momentos muy tensos que uno vive”, dice.

 Igualmente feliz está Jhoel con su puntaje que le permitirá ingresar a Ingeniería Informática en la USACH. “El Liceo San Francisco es como una gran  familia. En la familia franciscana todos nos ayudamos. Hay también una gran preocupación de los profesores y mucho compañerismo. Lo que más destaco es la formación en valores, como la responsabilidad  y la disciplina que recibí”, acota.

Felipe Ferrada también agradece la formación recibida en su colegio, el San Alberto Hurtado, en Quilicura. “Nos ayudaron mucho en la parte vocacional y eso es muy importante porque a veces uno se siente desorientado”, indica. Por otra parte, destaca el apoyo de su familia, especialmente de su hermano mayor. “Gracias a él tengo un computador y tenemos agua caliente para bañarnos”, dice con emoción.  Otro orgullo de Felipe es el haber recibido el Premio Tomasino al egresar de IV Medio.

Diego Ávila egresó del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez y ahora estudiará Física en la Universidad Católica. Es el primero de su familia que ingresa a la universidad. “En Lenguaje me fue excelente, obtuve 787, gracias a que tuve una excelente profesora”, reconoce. Del CEMLAP destaca la buena relación con profesores y con el personal en general del establecimiento. “Se estudia en un ambiente grato, de buen compañerismo, de cercanía”, afirma.

Los sueños

Todos concuerdan que la meta que tienen ahora es “sacar la carrera” y luego ser buenos profesionales. “Lo primero que haré una vez que obtenga el título profesional es ayudar a mi familia. Quisiera comprarles un terreno en el sur, cerca de Cauquenes”, dice Jhoel.

En tanto, Valentina quiere viajar “lo más posible” por Chile y el mundo. ”Quiero conocer Islandia”, acota.

Esfuerzo y responsabilidad  

La directora Ejecutiva de nuestra fundación, profesora Sandra Urrutia, al tiempo de felicitar a los jóvenes, los invitó a seguir esforzándose para lograr las metas que se han propuesto. “Tienen que estudiar mucho y esforzarse para ser los mejores en sus respectivas carreras, y para ello se requiere disciplina y responsabilidad. Nunca dejen de soñar, además de ser buenos estudiantes y luego buenos profesionales, lo más importante es que sean muy buenas personas que aporten a sus familias y a la sociedad”.

Fuente: Comunicaciones SECST