Reflexión del Pbro. Andrés Moro, Vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago.
A nuestras comunidades se les llama una familia educativa porque están constituidas por familias.
Octubre es el Mes de la Familia, a nuestras comunidades se les llama una familia educativa porque están constituidas por familias, que a su vez quieren vivir este espíritu de familia entre los diversos estamentos de la comunidad educativa.
La familia no son solamente un número de personas, hay muchas formas de vivir familia, pero queremos vivir la familia, profundamente, al modo de Jesús, María y José; una familia llena de respeto, con dolores, con preocupaciones, con dificultades y donde el amor siempre fue el motor y el gestor para construir verdadera fraternidad y comunidad humana entre todos.
Solamente los seres humanos podemos vivir en familia, podemos incorporar a muchos elementos vivos en nuestras familias, pero solamente el ser humano es capaz de reconocer y validar y valorar esta familia que tiene. Por eso invitamos a todos en este Mes de la Familia a agradecer la familia que el Señor nos ha regalado, con todas las dificultades y particularidades, pero también pedir el don de que cada una de nuestras comunidades educativas sea una familia, donde se viva el respeto, se viva, se viva la solidaridad, la acogida y en muchas de ellas el don de la fe.
Pbro. Andrés Moro
Vicario de la Educación
Fuente: Boletín Vicaría para la Educación