Fue una jornada calurosa, pero vivida con mucho fervor. En la tarde del sábado 24 de marzo, miles de jóvenes participaron de la Peregrinación de Ramos al Santuario del Cerro San Cristóbal. Entre los asistentes se encontraban estudiantes de los  liceos Miguel Rafael Prado, José Domingo Cañas, San Francisco, Sara Blinder, y de los colegios Santa Marta y San Alberto Hurtado, quienes vivieron con entusiasmo y fe esta experiencia.

Cabe señalar que la representación del Colegio San Alberto Hurtado fue encabezada por el rector del establecimiento, Miguel Muñoz, y estuvo conformada por más de 60 jóvenes, quienes con sus gorros amarillos y gran cartel destacaron en la multitud.    

Invitación del Pastor 

“Esta es una respuesta a lo que el Papa Francisco le ha pedido a los jóvenes: “Qué haría Cristo en mi lugar”. Y qué bueno que esto se lo puedan preguntar los jóvenes al comienzo de Semana Santa. En Semana Santa, de una manera muy particular, podemos experimentar cómo el Señor toca nuestra carne frágil, débil, pecadora, para sanarla”, dijo el Cardenal Ricardo Ezzati al inicio de la peregrinación.

"Y la coherencia de celebrar la Semana Santa para todos, pero especialmente para los jóvenes, está justamente en esto. Estamos llamados a encontrarnos con Jesús, para hacer presente hoy día en Santiago, en la vida concreta de los jóvenes, de nuestra ciudad, el don maravilloso de la gracia, de la salvación que Cristo nos ofrece a través  de su misterio pascual", agregó el Arzobispo de Santiago.

Tras las palabras del Arzobispo de Santiago, comenzó el ascenso de los miles de asistentes hasta el Santuario del Cerro San Cristóbal.  Pasada las cinco de la tarde y con la explanada completamente repleta de jóvenes, Monseñor Cristian Roncagliolo, Obispo Auxiliar de Santiago y Vicario de la Esperanza Joven, daba inicio a la celebración de la eucaristía.

Vivir la fe en comunidad 

En su homilía, el vicario de los jóvenes invitó a prepararse  para Semana Santa como una experiencia única de vivir la fe en comunidad, de alabar a Dios y a estar conectados en todo momento con Jesús y dejarse abandonar por su amor: “Es una alegría enorme celebrar con tantos jóvenes la entrada de Jesús en Jerusalén y un signo de esperanza en una sociedad que necesita de los jóvenes. Los jóvenes son la renovación de nuestra sociedad, de nuestra cultura, de nuestra política, de nuestra manera de hacer las cosas, de nuestra manera de ver la sociedad y la cultura. Así que una alegría y un gozo, un tiempo de esperanza”, señaló.

Fuente: Comunicaciones Iglesia de >Santiago-Comunicaciones SECST