Hermana Romina Graneros pertenece a la congregación Nuestra Señora de la Consolación y lleva tres años trabajando en el mencionado establecimiento educacional.
Durante una emotiva eucaristía presidida por el Padre Oscar Ávila Pardos s.j., en la tarde del viernes 3 de julio pasado, en la capilla del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez, la Hna. Romina Graneros, directora de Pastoral del mencionado establecimiento, renovó sus votos de castidad, pobreza y obediencia.
A la Misa asistieron religiosas de su congregación, Nuestra Señora de la Consolación; miembros del equipo directivo del mencionado colegio, encabezado por su rectora, Virginia Rojas; alumnos, alumnas y apoderados. En representación de la Directora Ejecutiva de la Sociedad de Escuelas Católicas, Sandra Urrutia, asistió el Director de Comunicaciones y de Pastoral de la SECST, Ramón Abarca.
"Soy muy feliz en la misión que se me ha confiado, trato de vivir con mucha alegría y coherencia mi camino de mujer consagrada, en medio de la realidad juvenil, y desde este año, acompañando de más cerca a toda la Comunidad Educativa del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez", dijo la Hna. Romina, quien llegó a trabajar a este establecimiento en febrero de 2012, desde Argentina, su país de origen.
"Realicé mi primera profesión de votos en la Congregación de Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, el día 3 de julio de 2010. Año a año voy haciendo mi renovación de votos temporales hasta que realice mi profesión perpetua. Actualmente hice la quinta renovación, inicio mi sexto año de camino como mujer consagrada", cuenta.
Vocación religiosa
Manifiesta que no es sencillo definir cuál fue el acontecimiento o momento en el que se inicia el proceso vocacional. "Siento que Dios se ha ido manifestando en distintos momentos del camino de mi vida, y fue conduciendo mis pasos hacia la pregunta acerca de mi felicidad y mi vocación concreta. Y ahí es cuando di inicio a mi acompañamiento vocacional, y fui descubriendo hacia dónde orientar mi proyecto de vida, que si bien ya estaba casi definido, se transformó desde este nuevo estilo de vida, como lo es el camino de la consagración religiosa".
Recuerda que conoció el carisma de la Congregación Nuestra Señora de la Consolación en la parroquia donde participaba en Pastoral Juvenil. "Desde los inicios fui muy acogida en la comunidad, era "una casa de puertas abiertas" y fui capaz de descubrir lo que significa ser consolación, desde las distintas tareas y actividades cotidianas. Creo que la experiencia de sentir la consolación de Dios en mi propio camino, y la invitación a ser consolación para los demás, fue una de las motivaciones que me llevaron a confirmar mi camino en esta comunidad religiosa", manifiesta la Hermana Romina.
Llegó al CEMLAP en febrero de 2012, como profesora de Religión de los I y II medios y para trabajar en la Pastoral Juvenil. Al evaluar el trabajo realizado indica: "Siento que desde mis inicios de trabajo pastoral he tenido el apoyo de mis Hermanas, como así también de toda la Comunidad Educativa, en las propuestas que fuimos llevando a cabo, y en la que fuimos haciendo partícipes a todos los que formamos parte de este Colegio. Fue un camino lento, pero que va dando sus frutos. Se dio inicio al trabajo pastoral con los jóvenes, propiciando espacios de formación, encuentros, oración y compartir, para luego buscar acciones que fueran en beneficio de los más necesitados, y así dimos inicio al Proyecto de Voluntariado, que aún hoy hemos dado continuidad. Todo este trabajo, me ha significado dedicar tiempo y lo mejor de mis dones, para poder trabajar junto a los jóvenes de nuestro Colegio, y caminar junto a ellos, desde sus propias realidades y dificultades. Siento que verdaderamente es Dios quien ha ido haciendo su obra en todo lo que hemos podido ir fortaleciendo a lo largo de estos años, dando mucho valor al trabajo ya realizado en años anteriores por nuestras hermanas, buscando continuar procesos".
Fuente: Comunicaciones SECST, Fotos Carlos Eduardo Espinoza, Encargado Comunicaciones Complejo Educacional Mons. Luis Arturo Pérez.