El Vicario para la Educación presentó el documento "Educar: el cultivo de lo humano. Algunos elementos hacia una educación de calidad", que fue comentado por los académicos Juan Eduardo García-Huidobro de la Universidad Alberto Hurtado, Jorge Manzi, director de MIDE-UC, y Cristián Cox, decano de la Facultad de Educación de la UC.
Una reflexión en torno a lo que el sistema educacional entiende por calidad, la necesidad de incluir variables de formación humana y valóricas y la preponderancia de las mediciones por sobre otras variables no siempre cognitivas que colaboran también en la formación del sujeto realizó el panel de expertos que participó en la presentación del documento de trabajo "Educar: el cultivo de lo humano. Algunos elementos hacia una educación de calidad", escrito por el Padre Tomás Scherz, Vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago.
La actividad se realizó este miércoles 12 de noviembre en la Universidad Católica y en ella expusieron y comentaron el documento los académicos Juan Eduardo García-Huidobro, de la Facultad de Educación de la Universidad Alberto Hurtado, y Jorge Manzi, profesor de la Escuela de Psicología de la UC y director de MIDE UC, junto a Cristián Cox, decano de la Facultad de Educación de la PUC, quien moderó el debate final.
En sus palabras de presentación del documento, el padre Tomás Scherz declaró que "la Vicaría para la Educación, hay que decirlo con humildad, es un baluarte eclesial que ha acumulado una experiencia en educación en fronteras de distinto tipo. Desde ellas ha querido plantear las cuestiones nacionales desde perspectivas un poco distintas a la discusión acostumbrada. Y lo hace desde el deseo de aportar, sin reivindicaciones gremiales, sino puesta la mirada en el bien común, pero sin sustraerse a temas que tienen que estar en el tapete, por poco populares que parezcan".
"La calidad de la educación es una esperanza y un lema nacional. Una perspectiva ha sido la preocupación por la carrera docente, que desde la Vicaría nos ha involucrado con la iniciativa de El Plan Maestro, que es el punto de partida de esta reflexión, algo dispersa, que hoy día se pretende presentar", agregó el Vicario para la Educación.
"Desde la formalidad escolar, que es complementaria de lo que aportan las familias (nunca perfectas), se realiza un proceso que entrelaza un aspecto cualitativo y académico, que nos hace preguntarnos si acaso la calidad de la educación, más que una mnemotécnica para acumular contenidos instructivos o una herramienta en vistas de la eficiencia del aprendizaje, no sea más bien un proceso humanizador de maduración como persona", reflexionó.
"La calidad en la educación parece apelar a algo más que la técnica de aprendizaje de acuerdo a los estándares internacionales, sino a una calidad que se deja ver en base a intuiciones que tal vez se atropellan en este pequeño texto, y que requieren ser sistematizadas, criticadas y recepcionadas de acuerdo a su verdad y ocasión. Solo doy gracias porque se dejen ventilar en este espacio", finalizó el Padre Scherz.
Por su parte, el decano de la Facultad de Educación de la UC, Cristián Cox, recordó la Carta Pastoral de los Obispos, "Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile", de septiembre de 2012.
"En esta sociedad pragmática y productivista no se valora ni se educa para la amistad, la contemplación, la humilde alegría, el juego, ni mucho menos para el descanso. La poesía, el arte y la belleza son expresión de esta dimensión ineludible de lo humano y lo divino. El mercado tiene poco o nada que decir frente a esta realidad. Ligada a la visión de gratuidad frente al universal deseo de lucro, está la visión de la vida como servicio", comentó Cox.
La medida de la calidad
El académico Juan Eduardo García Huidobro señaló que la pregunta central del documento es por la calidad de la educación. "La óptica elegida para hacerse la pregunta y construir una respuesta es amplia y fecunda: se examina la calidad de la educación en el caminar para hacerse persona: 'largo proceso de humanización, integral y trascendente, de maduración como persona'", citó.
García Huidobro recordó que en la actualidad existe un peso desmedido del SIMCE que lo ubica al centro del sistema, y como insumo de la política educativa. "Introduce la competencia como agencia de mejoramiento del sistema y, al hacerlo, define 'la' calidad educativa. Es un ordenador de la práctica y los esfuerzos de los establecimientos educacionales, y genera con ello insatisfacción, estrés, malestar... Y eso nada tiene que ver con calidad", lamentó.
"Estamos en un momento de inflexión, de cambio profundo, y necesitamos una gran libertad de espíritu para enfrentar este proceso -consideró-. Todos sabemos que en educación ha habido avances en los últimos años, pero es en el plano valórico en el que no estamos contentos, con la segregación, con la desigualdad, con el copago, con el tipo de sociedad que estamos construyendo. Y es por eso que tenemos que regular más, entre todos y con todos, una educación que nos sirva a todos", enfatizó.
Jorge Manzi, director de MIDE UC, recordó por su parte que las mediciones de calidad de la educación se han convertido en un fetiche de la discusión, y que hay que evitar caer en los dos extremos: ni satanizarla, ni tampoco santificarla como la solución de todos los males. "Un sistema educativo sin ningún sistema de medición no hace ningún bien. Es como una casa donde no hubiera espejos para saber cómo estamos, para retroalimentarnos", ejemplificó.
Manzi sostuvo que el SIMCE no es el único reflejo de la calidad de la educación, y que no siempre refleja lo que debería. "Habla muy poco de lo que hace la escuela y mucho del capital de origen de los estudiantes y del nivel educacional de sus padres", agregó.
Respecto al sistema de aseguramiento de la calidad de la educación, Manzi enfatizó que "el concepto de calidad debe ser enriquecido, no puede incluir sólo el SIMCE. Hay que mirar la autoestima, los comportamientos cívicos, el clima escolar, todas variables que no son puramente cognitivas", valoró.
Por último, Jorge Manzi reiteró que la integración es esencial para el proceso educativo. "La experiencia de contacto de niños de distinto origen es fundamental. La integración escolar es parte de cualquier agenda que busque calidad de la educación", sostuvo.
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago.
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