"La selección sirve precisamente para eso –aclaró el P. Tomás Scherz, Vicario para la Educación del Arzobispado de Santiago–, para hacer selecciones nacionales de fútbol, selecciones que efectivamente son necesarias para objetivos concretos. Sin embargo, se vuelven un obstáculo en la educación, cuando la transforman en un resultado extra convivencial, probativo y no en lo que le es propio: extraer lo primordial de cada persona en vista del bien común; educere (sacar afuera): un bien donde caben todos y no se excluye a nadie, como el Reino anunciado en las Bienaventuranzas".

Lo anterior corresponde a lo afirmado por el Padre Tomás Scherz durante el Seminario de lanzamiento del documento de trabajo "La inclusión, expresión de nuestra identidad católica", realizado el miércoles 13 de agosto, organizado por la Vicaría para la Educación junto al Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE) de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en la Sala Colorada del Centro de Extensión, y que contó con la presencia de monseñor Fernando Ramos, Obispo Auxiliar y Vicario General de Santiago.

En el inicio del Seminario, el Pro-rector de la UC, Guillermo Marshall, se refirió al relevante debate nacional en torno a la Reforma Educacional. "Hoy estamos viviendo un momento único: el auge económico que está teniendo el país, junto a los diversos problemas sociales que lo afectan, han llevado al consenso de que Chile no logrará el desarrollo si no mejora la calidad y equidad de su educación. Existe unanimidad en aceptar que mejorar la educación es una tarea que debe ser asumida por toda la comunidad", señaló.

Por su parte, el Decano de la Facultad de Educación de esa casa de estudios, Cristián Cox, lamentó que nuestra sociedad "ha llegado a aceptar la segregación". Por ello, aseguró, la inclusión es un "desafío gigantesco".

"Si miramos nuestros sistemas escolares, nos encontramos con la realidad inmensa, históricamente larga y culturalmente muy profunda, de la segregación: cada grupo con su tipo de institución, y con el significado que eso tiene de cada generación de no conocer a otro distinto, con otros intereses. Por lo tanto, en vez de crear la base cultural para ese encuentro y esa amistad cívica que permite la cohesión y una democracia como la que soñamos, reproducimos la separación, el desconocimiento y la desconfianza", agregó.

Las "opciones originales del Maestro"

Tras agradecer a los presentes y todos quienes intervinieron en la redacción y publicación de este nuevo documento de trabajo, el Vicario para la Educación se refirió a distintas experiencias inclusivas, como la del colegio Calasanz, que hoy día ayudan a "redescubrir las opciones originales del Maestro", a formularlas y desafiarse en el presente. "En el documento que hoy presentamos, precisamente se busca exorcizar la idea de una calidad dada por la homogeneidad de los pares", apuntó.

Y citó el documento "Educar hoy y mañana, una pasión que se renueva", de la Congregación para la Educación Católica: "Los profesores están llamados a afrontar un gran desafío educativo: el reconocimiento, respeto y valorización de la diversidad. Las diversidades sicológicas, sociales, culturales o religiosas no deben ser escondidas o negadas, más bien deben ser consideradas como oportunidad y don (...) Quien tiene más dificultades, es más pobre, es más frágil, no tiene que ser percibido como un obstáculo, sino como el más importante de todos, al centro de la atención y la ternura de la escuela".

Luego se refirió a tres principios de la pedagogía católica, incluidos ya en la declaración Gravissimum Educationis (1965), sobre la educación cristiana: la importancia de la familia como la principal educadora, la importancia de la educación formal en la escuela y la especificidad de la escuela católica. En los tres puntos destacó la esencialidad de lo diverso como eje de lo formativo. "La expresión 'de diversa índole y condición', es el a priori en el documento, por el que podemos presumir que la homogeneidad no era una condición inicial para pensar en la educación", indicó.

La nota distintiva de la calidad en la escuela católica, explicó el Padre Tomás Scherz, es "crear un ambiente de comunidad escolar con el espíritu evangélico de libertad y de caridad". Y en este punto citó al Evagelio según Sam Mateo para acotar el tipo de libertad y caridad exigente del mismo Jesús: "Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial".

Por otra parte, Catalina Opazo, investigadora del Ministerio de Educación, si bien aportó matices en la manera de entender la inclusión, celebró la publicación y el fin de la segregación como un primer paso hacia la calidad: "Creo que el documento ofrece una perspectiva para conversar respecto a la inclusión que genera orientaciones hacia una mayor apertura y reconocimiento de la diferencia, y eso evidentemente representa un gran paso adelante", dijo.

"La Iglesia ha tenido un rol muy importante en la construcción de propuestas educativas que superen la lógica del exitismo académico y la competencia, entonces incorporar hoy la inclusión, la acogida y el reconocimiento, son pasos vitales para romper la idea de la excelencia asociada únicamente a logros meritocráticos o al éxito académico", agregó.

La académica de la Universidad de Los Andes, Antonietta Ramaciotti, explicó que el concepto de inclusión, a diferencia del de integración, "implica cambios en contenidos, en metodologías y estrategias y en la visión que hay de la responsabilidad que le cabe al sistema educativo para que todos los niños puedan aprender".

Finalmente, se refirió al contexto actual como una gran oportunidad para la apertura hacia la diversidad: "La escuela pensada como una pedagogía integradora sería la que en este minuto tiene la responsabilidad de empezar a trabajar y a cambiar el enfoque. Si pensamos en una pedagogía para integrar, claramente se nos abre una puerta".

Fuente: Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago 

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