En profundidad aborda el cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo de Santiago y presidente de la Conferencia Episcopal, la visión de la Iglesia Católica respecto del proyecto de reforma educativa presentado por el Gobierno.

En entrevista publicada el domingo 27 de julio en Reportajes de El Mercurio, el cardenal Ezzati sostiene que los diálogos sostenidos con diversas autoridades dan "claro testimonio de que nuestra preocupación es una educación que queremos de calidad y sin barreras para todos los niños y jóvenes de Chile, especialmente para quienes se encuentran injustamente excluidos".

Se da por supuesto lo esencial

Añade el arzobispo que la "falta de arquitectura de la reforma me hace percibir un esfuerzo enorme por fabricar puertas y ventanas, sin saber, sin embargo, para cuál edificio se están construyendo. Se ha privilegiado lo instrumental, dando por supuesto lo que es esencial, es decir, el hecho educativo puesto al servicio del crecimiento de todas las personas (...) Echamos de menos en el proyecto una antropología de sentido que dé sustento sólido a los cambios instrumentales".

El cardenal Ezzati afirma que los obispos y las instituciones de educación católica no se oponen al fin del copago, siempre que no se pierda con ello la libertad de gestión y se permita la realización de todo el proyecto educativo. "Una educación que se defina por el dinero lo contamina todo y puede llegar hasta lo moralmente indebido", expresa el pastor, enfatizando: "Rechazamos una educación o instrucción de masa, que hace manipulable la persona humana y la reduce a número".

Segregación, un mal endémico

El presidente de la Conferencia Episcopal explica a El Mercurio que "la segregación es un mal y no es un camino de auténtico desarrollo solidario (...) un mal endémico y estructural de nuestra sociedad". Y añade, en ese sentido, que "el único camino que veo posible es privilegiar decididamente a los más pobres con una educación de verdadera calidad".

Consultado sobre el término de la selección en los colegios, el cardenal Ezzati precisó que no le gusta la palabra "selección": "no la siento humana y tampoco cristiana, Se le da una acepción que huele a discriminación, a exclusión, a marginación, a privilegio, y no es eso lo que la Iglesia, fiel al Evangelio, busca y quiere".

"Espero y rezo para que el bien de una educación de calidad, especialmente de los más postergados, tenga la palabra definitiva", concluye afirmando el presidente de la CECh.

Sínodo sobre la familia

En otros temas de la entrevista, el cardenal Ezzati subraya los conceptos de la reciente declaración del Comité Permanente "La vida y la familia: regalos de Dios para cada uno de nosotros". También se refiere al Instrumento de trabajo para el próximo Sínodo de los Obispos sobre la Familia: "Puedo adelantar que las conclusiones enviadas por la Iglesia de Chile han sido muy bien recogidas por este documento de trabajo".

Fuente: El Mercurio - Prensa CECh