En la víspera de la fiesta de la Ascensión del Señor, este sábado 31 de mayo, la Iglesia en Chile celebra el Día del Catequista. Son miles los hombres y mujeres, y también muchos jóvenes, que a lo largo del país cumplen una labor muy importante en la formación en la fe de niños, jóvenes y adultos, especialmente en la preparación para recibir los sacramentos. Es el caso de la señora Purísima Orellana, quien por más de ocho años es catequista en el Liceo José Domingo Cañas, en la comuna de Quilicura.

"Ser catequista me cambió la vida. Siento que Dios me ha llamado para esta misión y de esta manera Él está presente en mi vida y en la de mi familia", dice Purísima con mucho orgullo, quien hace 23 años está casada con don Julio Matus, y  tiene tres hijas.

Junto a su esposo comenzó su labor de catequista en las parroquias Sagrada Familia y Juan Pablo II de Quilicura, donde participaron en las catequesis Pre-Bautismal y de preparación a la Primera Comunión y a la Confirmación. Actualmente lo hacen en el Liceo José Domingo Cañas, establecimiento educacional que forma parte de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino.

"En el colegio trabajamos los miércoles y viernes con grupos de papás y de niños, de séptimo a primero medio, en la preparación a la Primera Comunión. También tenemos un grupo de niños y niñas mayores que por diversas razones no han recibido este sacramento. Toda esta preparación dura un año y es una labor muy enriquecedora para nosotros. Los encuentros con los papás resultan tan interesantes que terminamos después de las diez de la noche", cuenta la señora Purísima, quien recuerda que su interés por ser catequista se inició luego de participar en Talleres de Oración, aunque reconoce que siempre ha estado ligada a la Iglesia desde su época de estudiante en el colegio María Auxiliadora.

"Fue en los Talleres de Oración donde sentí este llamado de servir, donde me enamoré de Jesús. Ha sido un tiempo maravilloso porque he sentido muy de cerca la presencia de Dios en mi vida, en las cosas más cotidianas y simples. Tengo una vida plena y feliz y siento que esto tengo que compartirlo con los demás. Esto no significa que no tenga problemas o dificultades, pero mi mirada para vivir las situaciones difíciles de la vida es desde la mirada del Evangelio. Por eso soy catequista, y también porque me encanta trabajar con los jóvenes", señala.

De su experiencia de catequista, Purísima destaca que para trabajar con los niños y jóvenes hay que transmitir fe, optimismo, alegría y mucha esperanza. "Siento que tengo mucha llegada con los jóvenes porque muestro a un Jesús alegre, vivos; y porque hay que saber educar y predicar con el ejemplo, con mucha cercanía con las personas. Por todo lo vivido en estos años siento que Jesús me cambió la vida. También tengo muy claro que no soy perfecta, por eso a través de la oración buscamos que Dios nos ayude en esta misión y a que cada día seamos mejores personas".

Saludos a los catequistas

En este Día del Catequista, a nombre de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino saludamos a todas y a todos los catequistas que trabajan en nuestros colegios y en todos los establecimientos educacionales, y a quienes lo hacen en parroquias y capillas de la Arquidiócesis de Santiago. ¡Qué Dios los bendiga y los acompañe en esta noble misión".

COMUNICACIONES SECST 

Foto Portada: Sra. Purísima Orellana

Foto 2: Sra. Purísima y su familia

Foto 3: Catequista Purísima Orellana con grupo de alumnos del Liceo José Domingo Cañas