En forma especial nuestras felicitaciones se dirigen a todas quienes trabajan en los colegios de nuestra institución y en la administración central.
Cuatrocientas treinta y tres mujeres trabajan en la Fundación Educacional de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino. A todas ellas: rectoras, directivas docentes, profesoras, paradocentes, auxiliares y a quienes laboran en la Administración central de la SECST, nuestro saludo más cordial y gratitud por los aportes que hacen al crecimiento de nuestra institución. Como homenaje a todas ellas publicamos tres testimonios que muestran la grandeza y fortaleza de nuestras mujeres.
La mirada de una joven
Estefanía Álvarez Cheuque hizo su práctica profesional como técnico en Administración en la casa central de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino este verano y quedó seleccionada para seguir trabajando en la institución, como asistente del área académica. Es ex alumna del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez, donde estudió toda la enseñanza básica y media, egresando con muy buenas calificaciones. Es la mayor de dos hermanos, el menor también estudia en el CEMLAP. A sus 18 años es una joven de ideas claras sobre su futuro y sobre la vida. Quiere seguir estudiando en la universidad y lo hará desde este año, el 17 de marzo ingresa a la Universidad Autónoma, a estudiar Auditoria Ingeniería en control de gestión. Lo hará en horario vespertino.
"Para estudiar y trabajar hay que hacer mucho esfuerzo, pero tengo muchas ganas de hacerlo. Hacer las dos cosas también facilita el aprendizaje ya que permite profundizar lo que uno está haciendo en el trabajo. Hay una complemento entre lo que se estudia y trabaja. Uno va poniendo de inmediato en práctica lo que está estudiando. Estoy muy contenta porque me gusta lo que realizo", dice con entusiasmo Estefanía.
La vida de Estefanía y su familia ha sido de esfuerzo. Su padre es operador de grúas y su madre dueña de casa. "Mi mamá es la base de todo lo que soy, de mi formación católica. Todo lo que soy se lo debo en gran parte a ella".
¿Qué les diría a las mujeres con motivo de la celebración de su Día Internacional?
"Les diría que tenemos que seguir luchando por nuestros derechos. Somos capaces y fuertes para que la sociedad nos permita que nos desarrollemos como personas íntegras y que tengamos los mismos derechos que los hombres. Las mujeres debemos conservar nuestra alegría y la esencia de lo que es propio del ser mujer".
La dignidad de ser mujer
La Hna. Mirsa Bravo Gabaroche, chilena, es la tercera de siete hermanos, dos mujeres y cinco hombres. Es oriunda de Talca, del sector de Mariposas. Hace 28 años que es religiosa de la Congregación Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación. Se muestra feliz de su vocación. Entró a los 20 años a la comunidad de Linares. Hoy es la Superiora de su Comunidad y Directora de Pastoral del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez.
"Lo primero que me llamó la atención de esta congregación es la sencillez con que se vive y el carisma, el apostado, que tenemos: Consolar a las personas que sufren cualquier aflicción, cualquier dolor. Nosotras estamos al lado de quienes más sufren. Consolar a todos quienes padecen necesidad, a cualquier persona; para mostrarle el amor de Dios, su misericordia y cercanía", dice la Hna. Mirsa.
Agrega que su opción vocacional no significó ninguna renuncia. "Mi opción fue por algo más lindo, mucho más grande, que es consagrarme a Dios y tener una familia más universal, una familia que, además de la propia, es mucha más grande: son todos quienes nos rodean y todos a quienes queremos servir".
¿Qué les diría a las mujeres que este 8 de marzo celebran su Día Internacional?
"Como mujer me siento muy realizada. Doy gracia a Dios por todo lo que me ha regalado. Las mujeres tenemos un gran modelo a quien seguir, y es la femineidad de la Virgen María. Ella es esposa y madre. Es un ejemplo de entrega, de amor, a seguir. Yo creo que las mujeres debemos valorar este rol femenino que Dios nos regala y nos hace feliz con esa dignidad: el ser mujer".
Fortaleza para salir adelante
Carmen Aguilera Castillo es madre de dos hijos, de 24 y 27 años. Desde 1996 trabaja como profesora de Educación Física en el Liceo José Domingo Cañas. Estudió en la Universidad de Chile, sede Osorno, donde vivía su familia. Cuando sus hijos tenían 13 y 9 años quedó viuda. "Fue un tiempo muy difícil y doloroso, tuve que re-organizar toda mi vida. En este tiempo siempre he contado con la ayuda de mi familia, somos muy unidos. Para mí la familia es un pilar fundamental. Gracias a Dios pude salir adelante, tengo mi casa y pude educar a mis hijos. Mi hija ahora es diseñadora gráfica y mi hijo camarógrafo de CNN Chile. Estoy orgullosa de ellos porque además de profesionales son personas íntegras", dice con orgullo.
La señora Carmen señala que durante su matrimonio fue muy feliz. "Ese amor vivido lo tengo siempre presente y también me anima a seguir adelante. En la vida las mujeres tenemos que ser fuertes, tener fortaleza, para seguir adelante con nuestros hijos cuando se presenta alguna dificultad, algún problema. Gracias Dios, soy muy creyente, ha sido mi fortaleza. Soy una persona de mucha fe. Eso me ha ayudado en los momentos difíciles. También soy una mujer agradecida de la familia y del trabajo".
"Las mujeres somos valientes, tenemos fortaleza y sobre todo mucho amor para superar las dificultades. Frente a las debilidades hay que saberlas encarar, buscar apoyo, especialmente apoyo espiritual, en la familia, en el trabajo. Eso les diría a las mujeres que cuando tengan alguna dificultad, hay que apoyarse en Dios, tener mucha fe y fortaleza para superar los obstáculos. Así se sale adelante"
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