El Santo que da nombre a nuestra Fundación e inspira el trabajo que realizamos, fue un incansable buscador de Dios y de la santidad. Y lo hizo con la oración, la curiosidad que lo llevó a hacerse preguntas profundas sobre la fe, la razón, el estudio, la inquietud por aprender diversas materias. Niñas, niños y jóvenes pueden también encontrar en Santo Tomás de Aquino un modelo.
“Pensar en la vida de esta figura destacada es hacerlo más allá del nombre sobre el que descansa nuestra Red Educacional. Desde su niñez nos ha mostrado con su propia experiencia el camino de la educación como una fuente inagotable de evangelización para todos”. Con estas palabras, Cynthia Araya Padilla, directora de Pastoral del Liceo Sara Blinder, pone en perspectiva la figura de Santo Tomás de Aquino.
En lo particular, desde la fe, Cynthia, compara la experiencia de Santo Tomás con la de las y los estudiantes: “Así como él, muchos niños, niñas y jóvenes se han preguntado ¿quién es Dios?, iniciando así una búsqueda interior”.
Claro. El camino hacia Dios muchas veces toma la ruta de las preguntas, cuyas respuestas se van encontrando en la medida en que nos acercamos al conocimiento. Y este podría ser un camino sin descanso.
“Como es sabido, Santo Tomás buscó incansablemente a Dios haciéndose fraile dominico a temprana edad. Muchos jóvenes en la actualidad por medio de la oración, la vida familiar, los amigos y el colegio viven la experiencia de Dios desde sus realidades”, agrega Cynthia Araya.
Así también, comparte su mirada y visión sobre Tomás de Aquino, Carolina González, directora de Pastoral del Colegio San Alberto Hurtado. Para ella, en este tiempo aciago “Santo Tomás de Aquino nos invita a juzgar con sabiduría, vivir la fraternidad, emplear la fe y la razón para el conocimiento, y practicar algunas virtudes para el buen vivir: juzgarlo todo con sabiduría, mirar más allá de lo sensible e inmediato que tarde o temprano pasa, se puede descubrir lo profundo y estable, que en definitiva es el ser y el sentido de todo, Dios y su Providencia”.
Carolina también reflexiona sobre aquello que puede servir de ejemplo a los estudiantes. En estas palabras lo sintetiza:
“A Santo Tomás de Aquino no le importó en su tiempo enfrentarse a los prejuicios y se mostró siempre abierto a toda aportación valiosa, dando acogida a toda partícula de verdad, sin importarle que ésta procediera de filósofos paganos, griegos, hebreos o musulmanes. Ese era el auténtico espíritu de Tomas de Aquino y, probablemente, una de sus más valiosas herencias. Su obra constituye un esfuerzo por integrar, en un sistema simple pero coherente, el legado de sus predecesores”.
No cabe duda de que la búsqueda de Dios no siempre se nos da con facilidad. A menudo necesitamos consejos, sobre todo, para que esa búsqueda sea inspirada por una auténtica sabiduría. ¡Y quién como Santo Tomás de Aquino para pedirle lecciones al respecto!
Un estudiante solicitó al Santo consejos para encontrar esa sabiduría. A aquella solicitud, respondió con una carta que contenía varios de ellos. Destacamos algunos que valen la pena meditar:
- No te lances directamente al mar; acude a él por los ríos. Con otras palabras: empieza por lo sencillo, que ya llegará lo complicado.
- Trázate objetivos claros, evitando toda dispersión.
- Sigue las huellas que han dejado marcadas los mejores.
- Archiva en tu memoria todo lo bueno que oigas y veas, venga de donde venga.
- Esfuérzate por comprender lo que leas. Disipa las dudas que te surjan.
- Ve llenando tu mente de cosas como quien va llenando un vaso: poco a poco.
- Calibra tus fuerzas y no pretendas alcanzar lo que rebasa tus posibilidades.
Si haces todo esto, mientras vivas, serás como una cepa cargada de racimos en la viña del Señor. Además, conseguirás lo que te propongas.
Fuente: Comunicaciones Red Educacional Santo Tomás de Aquino